Comandar un velero es una metáfora perfecta de sincronía, comunicación y trabajo en equipo para llevar a una empresa (el velero) hasta su meta (destino).
Su equipo se encargara de diversas tareas para controlar el velero pero pronto se darán cuenta que ninguno puede cambiar la dirección del viento, ¿entonces, qué hacemos? Pues ajustamos nuestras velas y al final llevamos el velero al destino deseado.
En el periodo de reflexión aprenden que los tiempos cambian y aquel que no se ajusta, (adapta al cambio) como las velas de un velero, pronto zozobra en costas rocosas, pero el que se adapta al cambio, es dueño del presente y del futuro.
Regálense esta maravillosa experiencia para reforzar a su equipo.